McCartney se suma a la interminable lista de fanáticos de Lady Gaga, pues fue visto bailando al ritmo de sus hits durante el concierto de la diva en el Madison Square Garden de Nueva York. Pese a su discreción, el rockero no pasó desapercibido.
Tras ser descubierto por el público, que estalló en gritos al percatarse de su presencia, McCartney soplo atinó a saludar y seguir escuchando a la intérprete de “Bad Romance”.
Tras ser descubierto por el público, que estalló en gritos al percatarse de su presencia, McCartney soplo atinó a saludar y seguir escuchando a la intérprete de “Bad Romance”.
Visualmente sencillo, el músico lució una camisa blanco y un saco negro para disimularse entre la multitud, cosa que fue obviamente imposible