A su ingreso en el Miraflores Park Hotel, Paul McCartney, con la humildad que ha mostrado desde que llegó a Perú, bajó de la camioneta donde se trasladó desde el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, y brazos en alto saludó al centenar de fanáticos que aguardaron por él en la puerta de este lugar.Acto seguido, McCartney encendió aún más a la masa flameando una bandera del Perú que en el centro llevaba la inscripción: Welcome to Perú, Paul!. Entre la multitud, gritos desenfrenados, rostros llorosos y algunas muestras de histeria fueron el común denominador. Paul atendió a ellos, nuevamente, alzando el puño derecho como quien promete que mañana ofrecerá un concierto que por decirlo menos, será histórico.
